miércoles, 18 de abril de 2012

ENTERADO

Como a alguien, te comes a ti mismo
El hombre acostumbrado a matar cien murciélagos de un tiro
Ahora, antípodamente les has fallado a todos
A su madre, a sus hermanos, a su esposa, a su amante, a sus vecinos, a los portafolios, no puede con todo eso
Es imposible que le haga el bien a alguien siquiera a una mosca media muerta, por Dios que si
Ese que ha hecho jaque mate en cada umbral, el que ha reído mejor que nadie al último momento, no puede arar en nada
Ese que se ha salido con la suya, cuyos ultimátum son su única pastilla, su única revolución, lo único que se lee en su testamento
Ese que estado en el infierno y ha regresado, vivito y mojando a mujeres congeladas
Ahora no cree satisfacer al mismo Dios, viviendo, así mismo solo por estar casado, se ha encerrado, no puede hacer ninguna dedicatoria, nada que lo haga reaccionar, pecar
Espera a su esposa, a la cual ha zarandeado en una olla
El catolicismo se lo come de pies a memoria, de ánimos a nariz, lo ata y estrangula, ya no puede recurrir a la lujuria porque se ha casado, no puedes huir, nevermore
Mejor no se hubiera casado, mejor no se hubiera enterado?
No, no puede ser, el ama pero no es suficiente, no lo aman? O es que este mundo de sus huevos se ha colgado, rásgalo, rásgalo, mídelos e invade
No quiere nada más, quiere evaporarse, ya es suficiente, ya no quiere ver mas ojos vertiginosos, hospitales depredadores, mas dudas a cada sorbo, mas los mismos días sentados parados, desbalijados, mas la depresión, que está en cada voz
Es por el abandono de su mujer, que no se comunica o se la ha tragado la tierra? no hay nadie quien más la quiera, solo él.

jueves, 12 de abril de 2012

EL CAJON DE LA TORTUGA 8

Carajo! Exclamé, al observar tan horrorosa escena, la tortuga alardeaba a los nadie que lo observaban:
Ya no osarás a abrir más mi cajón, araña hijo de puta, parloteaba la tortuga mientras abría y cerraba el esqueleto de la mandíbula y el maxilar del infortunado, al cual había asesinado, falseando cada palabra de la historia el cajón de la tortuga que él había creado, usando como ventrílocuo al arácnido hombre fingiendo que narraba cruelmente, así lo cogía con unas prótesis de dedos hechas de platinas y que ella maniobraba tan hábilmente, como nunca lo hizo con su verguita.

Ahora seré el amo de finca, la coca será mi amo sin necesidad de horarios ni esconderse, seré el pastor del mundo de laboratorio, aquí señalada la hora en que de nadie tendré que ser amigo se acabó la asepsia, el orden, se acabó el tener que aprender de alguien que en realidad no ha tenido mas logro que el de subsistir y tirarse pedos de alcohol putrefacto, no tendré que rendirle cuentas a san atrofia, ni despertar temprano a verlo siempre borracho o limpiarles sus baños color marica con mierda hasta en las paredes, y lo mejor de todo no abrirás mi cajón del tesoro mas preciado que Dios pudo haberme dado. La tortuga había supuesto que la araña había manoseado, sustraído y consumido su droga exquisita al haber notado que al recibirlo esa noche en que se había introducido al túnel estaba manchado con coquita, justo en coincidencia con que él había dejado sin llave su cajón en la comodita de su cuarto toda astillada pero bien barnizada de un claro como así lo prefería, cosa que él nunca había hecho, siempre había procurado el mas responsable y dedicado cerrojo, vigilancia y ocultamiento a este vicio que lo ponía como loco pero no loco para asegurar su cajón con una cerradura confeccionada por el mismo con una pequeña maquina de soldadura que había robado en la estación de los perros policías.

Lo había recibido como de costumbre con atención y sonriente pero al notar los restos del polvo atrás en la espalda al verlo caminar hacia la sala todo monstruo y ruidoso tan pausadamente mucho mas de lo normal por estar ebrio, se acercó y se abalanzó hacia su cuello como jugueteando, hay lindo… hay tortuguita pícara… le había cantado la araña, y al aspirar la tortuguita solo para cerciorarse, porque reconocería el alcaloide a metros de distancia, la tortuga puso cara de piedra y enojo color rojo, una rabia antes nunca probada en él le estaban llenando los estancos de su cuerpo de una repentina demencia, instantánea sin ningún calibre, en eso solo se le ocurrió la velocidad de su crimen haciéndolo al arácnido reposar en su sillón en el que le hacia masajes, en la sala enorme y de estilo 2020, le dijo que le traería el vodka y unos manís, unos manatíes fritos con sopa de alverjas y le dijo que lo esperara poniéndole a ver un video sobre como se reproducen las arañas, esperando como 10 minutos al termino de ese periodo la tortuga regresaría con el rifle de la araña que había cogido del baúl que ésta tenia mas abierto que puerta de iglesia en domingos, con todo desinterés y provocación al instinto de los niños, rebeldes, sapos, drogadictos, indignos, locos, delincuentes y mujeres despechadas, tortugas.

Caminó por el segundo piso y se asomo para calcular donde caer como araña mediante una boza hecha de telaraña que había juntado de las tantas que su ex amigo había botado y desperdiciado, disparado y había dejado por todos lados de tanto borracho, calcular para caer justo en su frente, para apuntarle, aleccionarle por única y ultima vez, se lanzó tan preciso logró sostenerse a la altura perfecta le encaró a la araña, te sientes bien? - De maravilla pero que gracioso que te ves tortuga a que vamos a jugar esta vez, que haces en ese rifle apuntándome amiguito, te vayas a hacer daño.
-la probaste verdad?
-que cosa
-mi cosa, los polvos mágicos
-de que hablas amigo pásame la botella de whiskey por favor déjate de huevadas
- te enseñaré que es de verdad maravilloso
- ahora si, que carajo te sucede mierda, (se repone en la silla en la cual estaba medio sentado como estiércol de pájaro)
- nadie, menos un feo amo como tú jamás tocara mi cosa
En eso no soportando mas palabra de la araña cuya cara era amorfa con ojos y orejas humanas pero con pedipalpos enormes en lugar de boca con una tráquea espeluznantemente peluda y cuya cabeza siempre se mantenía húmeda debido a no sé que, se puso a recordar la vida y en lo que el problema de vivir se había convertido, sus primero años como humano, los agujeritos que le gustaba hacer en los catillos de arena, los disfraces que su papá le compraba, a su guapos padres, a la religión católica, a Dios, las putas y ... pum!

El disparo dividió la cabeza del cuerpo de la araña, la escopeta enorme había hecho su trabajo eficazmente y no era necesaria mas artillería, la tortuga tiró el arma en los pisos recién limpiados por él de la sala que eran de color blanco y negro dispuestos como tabla de ajedrez, después de eso subió al segundo piso entró al cuarto de baño en donde a martillazos extrajo la tina de la araña y arrancándola con todo y la estructura de cemento la bajó a donde estaba la tortuga, y donde se puso a desollarla con tanto profesionalismo y esmero cantando canciones que la araña le había enseñado, … yo juego por el valle, juego en cada detalle, las aves no son morosas, las rosas negras son hermosas, el sol nunca se queda mudo, yo por aquí soy el único rudo la la la la la , yeah,yeah, yeah, yeah …..la blanca tina era ahora un gran tanque que de rojo se había teñido, y produciéndose unas olas pequeñas en ella producto de algún compuesto bacteria que la araña había cogido, también le había quitado la carne la cual metería a las refrigeradoras enormes que estaban en el sótano, y lo habría hecho para después canjearlo por madera al buey puesto que la araña era la única que se encargaba de robarla, sabía que el buey también le gustaba comerse a uno que otro tipo, esto no le duraría para mucho tiempo pero ya idearía como conseguir madera con otras perversidades, luego comenzó a darse una pausa, se fue a su recámara en el primer piso muy pegada al los patios traseros, se metió tiros de coca unas 5 líneas de 25 centímetros cada una las cuales aclaraba con whiskey rojo doble.

Se dirigió de nuevo a la sala, siguió desollando las extremidades de la araña humana color madera también, tenia el color del cajón de la tortuga, después se puso a limpiar el desmedro que había hecho a cien km por hora tan rápido tan exacto con sus herramientas y desinfectantes que despedían unas burbujas miles las que perfumaban el ambiente con un olor a vainilla, limpió absolutamente todo y metió los órganos entrañas y vísceras fosforescentes y la sangre inservible en unas bolsas color verde para la basura cuya gentuza encargada pasaba en la media noche a recogerla y llevársela de comida al rey del país nuevo por reunificación llamado shock, solo se quedó con los huesos, los cuales armaría, era lo que se había dispuesto y que lo mantendría ocupado los próximos meses tener su esqueleto como exhibición y a cuyos visitantes cobraría entradas caras en euros hechos de piedra lunar, una idea que recién se le había ocurrido al irse a bañar a su cuarto, después se le ocurrió también relatar el cajón de la tortuga y después se despidió diciendo nadie mas will play con mi juguete, nadie mas jugará con el polvete, nadie nadie…


Gata: minino donde está la tortuga de madera que te traje de Iquitos?
Yo: está en mi cajón de la repisa minina, se le rompió una patita, ya la arreglaré, miau, miau.

martes, 10 de abril de 2012

EL CAJON DE LA TORTUGA 7

Las girls se iban extraviando a lo lejos, introduciéndose al edificio, volteé antes para verlas todo mal sentado, achacoso, fijándome en sus fachas de costumbre, de repente sentí que me acongojaba abandonarlas, es que en mis adentros aseguraba que sería para siempre, me fruncí e inmovilicé el ligero palpitar de mi ojos melancólicos para que el taxista no joda y liberando mi cabeza de las pasadas centurias en las cuales nos habíamos vacilado ellas y yo, penetrado, bebido y chorreado de sus pezones, sudor y los elíxires de sus gemidos, imputaciones, bravuconerías y escombros de personas que ellas dejaban tras sus pasos tan comprometidas con el error.

El taxista que tenía cara de atraso a lo que pasaba se dio la media vuelta y empezó la retirada hacia mis aposentos y yo iba tan apestoso, tan disminuido pensando en la inestabilidad de mi vida, abandonado por elección tras fracasos matrimoniales, tras estas metamorfosis crueles y mala voluntad, tras tanto ostracismo, ocultamiento a la verdad de lo que en realidad hay que vivir hay que sopesar así nos colme de desestima, hay que convivir y compartir con tanto ser ridículo, con tanto pretencioso, con la ineptitud e idiotez universal, con tanta ignorancia, con tantas bombas, con tantas electrocuciones humanas, con tanta aniquilación y experimentos, con tantas ventas a los sonsos habitantes, pero ya era mi costumbre pensar así que respire hondo y saque mi cabeza por la ventana, había apagado la música ya que se había ido el alboroto procedente de las piernonas criaturas.

En eso me cayó del cielo un polvo abundante que identifique al instante como cocaína de la mejor calidad, en fin no era lo mío así que me la sacudí rápidamente cuanto pude y hasta se la tiré al taxista que me había estado mirando envidioso, quedó tirada también por todo el carro tapizado de cuero con piel de dinosaurio clonado, ya después me encargo yo de limpiarlo! exclamó , seguro que si le respondí. En este carro de 1000 km hora habíamos volado a mi hogar, muy alejado, en una provincia en el hemisferio sur, muy rocoso, muy desértico, menos jodido, mas vaquero, al cual llenaba con músicas de sinfónicas, con lo quebrado que se escuchaba los sonidos de unos discos de punk que habían sobrevivido al exterminio, era una residencia media en ruinas pero bien dispuesta y decorada, con mejor salud desde que mi tortuga había pasado sus nalgas tras esas puertas de madera bien pulida y reforzada con ángulos de plata, todavía se podía vivir… todavía se podía vivir… me cantaba a veces la tortuguita revoloteando por toda la casa, dejándome sorprendido y contagiado de su alegría y positivismo.

Teníamos muchas recámaras varias casi intactas también de madera barnizada en sus interiores y ornamentas como toda la casa era un brochazo que se le había caído a algún menso querubín, así caminaban los años tan rápido, así nos entreteníamos con la radio y tv con programación bien bizarra y patética, nada del otro mundo, nada nuevo, así el hogar subsistía con amplios jardines muy crecidos algunos con plantaciones, los mas apartados, en uno de los cuales había encontrado a mi amigo entero y confidente. Habían orificios abstractos por pasados derrumbes y también de los actuales o futuros, los tapábamos con madera caoba que robábamos de un vecino con cara de buey que andaba tanto de amante que no se percataba de esto, de cualquier forma a él le sobraba, verga y madera, hacíamos leña y reposábamos jugando naipes, dados, monopolio en el Sodoma, apostábamos insectos, dinero prohibido, ropa de 1500 y alcohol, mucho alcohol.
Y de repente…