Bueno, desde ese día en el que tocó mi indiferente alma solo tuve la necesidad de protegerlo, nunca llego a crecer mucho hasta el día de hoy y ha aprendido varias manualidades, a desempolvar la casa, a cocinar, tocar la guitarra y a hacer ejercicios matutinos teniendo la esperanza de poder crecer, se porta de lo mejor aunque una vez lo encontré aspirando cocaína, la verdad personalmente no creo que a eso se deba tremendas habilidades, pero yo lo exculpaba porque era ocasional me había dicho, ni se le nota, bueno hasta ahora nos cuidamos el uno al otro, sin dejar que alguna mujer o bicho interfiera en nuestra amistad, él era casto, fue de esto que les narraba a las locas, cuando me insinuaron sus intenciones de violar a mi tortuga, a lo cual respondí que me iría a los servicios, en realidad me habían entrado unas nauseas extremas por vomitar y cagar, no pude responderles como se merecían porque se iba a poner fea la cosa, me voy al baño les dije a mear pero ellas levantaron mas sus voces triquiñuelas diciéndome que ellas irían primero porque se les había corrido el maquillaje, yo les dije que estaba bien me daba igual lo importante era no verles al menos por un lapso sus diabólicas caras y se vayan los malestares.
Yo miraba el paisaje que se me advertía en cada movimiento de mi horrible cuerpo que había mutado ya decenas de veces en tantos años que se iban por un tubo y salían por los belfos de los andes necios. Los parroquianos del bar sacaban cada cierto tiempo su espray con olores y compuestos que a cada uno satisfacía o curaba de sus males yo no tenia ninguno, ellos habían transformado demasiado por vivir en las grandes ciudades y yo todavía, esperaba nunca ser tan inmune a polución, enfermedades, virus y armas biológicas que se habían difundido o colado por cada país e islas en la tierra, eso todo producía una niebla espesa y rancia cada vez más fuerte y cargada, monstruosa que trotaba por el mundo, algunas chicas y mujeres tenían rostros hermosos pero tenían extremidades de pájaros y cuadrúpedos, otros hombres fortachones pero no tenían bolas y llevaban una voz de radio transistor y con fisonomía de insectos, mamíferos, peces, etc. usaban prótesis hasta de ombligos.
Ya hace tiempo habían entrado por el mismo portón dos hijos de puta un gordo y un enclenque con ganas de joder, es que no había ninguna mesa disponible y ellos habían estado parados hasta el hartazgo 1 hora y ya no pudiendo soportar el punzón de la espera se agarraron los lugares de mis amigas en mi mesa sin mediar palabra alguna con elocuente desparpajo e insolencia fruto de que a sus madres, actualmente un sapo cruzado con toro las estaba embutiendo con su polla todos los días del señor, el gordo le dijo al flaco alto, antes habiendo dado mi negativa con la cabeza a que posaran sus asquerosos traseros -no quiere que nos sentemos - el flaco dijo:
Algún problema? Acaso has comprado la mesa carajo? apuntándome con ojos de analfabetismo enojado y frunciéndose amenazante, agarrándose la cola de tiburón que aparentaba pesar unos 20 kilos.Yo me quedé callado cogiendo mi tequila, alzándolo y ofendido terminando de tragármelo a pequeños sorbos que sentía como estar bebiendo líquido de frenos con anguilas miniatura alegres de ingresar a mi ente, ante semejante atentado.
Yo miraba el paisaje que se me advertía en cada movimiento de mi horrible cuerpo que había mutado ya decenas de veces en tantos años que se iban por un tubo y salían por los belfos de los andes necios. Los parroquianos del bar sacaban cada cierto tiempo su espray con olores y compuestos que a cada uno satisfacía o curaba de sus males yo no tenia ninguno, ellos habían transformado demasiado por vivir en las grandes ciudades y yo todavía, esperaba nunca ser tan inmune a polución, enfermedades, virus y armas biológicas que se habían difundido o colado por cada país e islas en la tierra, eso todo producía una niebla espesa y rancia cada vez más fuerte y cargada, monstruosa que trotaba por el mundo, algunas chicas y mujeres tenían rostros hermosos pero tenían extremidades de pájaros y cuadrúpedos, otros hombres fortachones pero no tenían bolas y llevaban una voz de radio transistor y con fisonomía de insectos, mamíferos, peces, etc. usaban prótesis hasta de ombligos.
Ya hace tiempo habían entrado por el mismo portón dos hijos de puta un gordo y un enclenque con ganas de joder, es que no había ninguna mesa disponible y ellos habían estado parados hasta el hartazgo 1 hora y ya no pudiendo soportar el punzón de la espera se agarraron los lugares de mis amigas en mi mesa sin mediar palabra alguna con elocuente desparpajo e insolencia fruto de que a sus madres, actualmente un sapo cruzado con toro las estaba embutiendo con su polla todos los días del señor, el gordo le dijo al flaco alto, antes habiendo dado mi negativa con la cabeza a que posaran sus asquerosos traseros -no quiere que nos sentemos - el flaco dijo:
Algún problema? Acaso has comprado la mesa carajo? apuntándome con ojos de analfabetismo enojado y frunciéndose amenazante, agarrándose la cola de tiburón que aparentaba pesar unos 20 kilos.Yo me quedé callado cogiendo mi tequila, alzándolo y ofendido terminando de tragármelo a pequeños sorbos que sentía como estar bebiendo líquido de frenos con anguilas miniatura alegres de ingresar a mi ente, ante semejante atentado.
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